24/1/09

Final de infarto

Carlos y Rubén González logran la txapela en un partido disputadísimo

Si una hora antes ya la final de consolación había ofrecido un encuentro muy igualado que se había decidido en el último tanto, la final del II Campeonato de Frontenis no se podía quedar atrás y también deparó un espectáculo sólo aptos para espectadores con corazones fuertes.
Con vestimenta roja salieron al frontón los hasta entonces campeones Ramón Fernández y Juanjo Montes que hasta la fecha no habían perdido ningún partido y que partían como claros favoritos. De blanco, Carlos y Rubén González, se enfrentaban a su primera final tras haber disputado un campeonato muy regular.
El comienzo del partido ya presagió lo que a la postre sería el devenir de todo el encuentro, un choque muy igualado en el que cada tanto suponía una pequeña victoria o una gran derrota en una batalla que sólo se iba a decidir al final. Juanjo y Ramón no podían distanciarse en el marcador y, aunque en muchas fases del partido marcharon por delante, nunca consiguieron más de cuatro tantos de diferencia en el electrónico.

Rubén jugo a un gran nivel y siempre que pudo apretó a Ramón hasta hacerle mucho daño en los cuadros delanteros del frontón. Por su parte Carlos cumplió con creces en la final y fue, sin duda alguna, la figura del partido. Mantuvo a raya los continuos ataques de Juanjo y contraatacó y envió todas las pelotas con mucho sentido. Cuando quedaban tres minutos para el final del partido y Juanjo y Ramón a duras penas sólo podían mantener en el marcador una pequeña ventaja, Rubén y Carlos empezaron a vislumbrar el camino de la victoria.

La clave era aguantar los envites del contrario y forzar los fallos por falta de paciencia y concentración de ellos. En esas circunstancias agónicas del partido es donde mejor se deselvuenve Rubén y, sobre todo, Carlos. Al final, cuando la bocina sonaba atronadora anunciando el final del partido y el marcador aún reflejaba empate a 28, el último tanto se hizo de rogar. Parecía como si ese tanto no quisiera poner punto final al Campeonato. Finalmente, éste se decantó a favor de los de blanco, jugadores que en esos instantes estaban jugando mejor y se encontraban más enteros psicológicamente.

Tras la elaborada y trabajosa victoria de los nuevos campeones Carlos y Rubén, se procedió a la entrega de las txapelas por parte de Ainara González, hija y hermana, respectivamente, y de Carmelo Jiménez, concejal de deporte del Ayuntamiento de Ansoáin.

Una vez entregadas las txapelas a los ganadores del torneo, el resto de los finalistas del día posaron en el pódium para dejar grabado visualmente el resumen de una tarde y noche llena de grandes emociones y donde seguro que la adrenalina empezó a dejar paso a los ánimos de revancha deportiva que tendrán su oportunidad en la cada vez más próxima tercera edición del Campeonato de Frontenis Antsoain.

Reportaje fotográfico de Ángel Alberca y Miguel Ángel Larios

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Campeonato ha estado genial, pero lo del viernes fue la bomba. Parece que tenías todo preparado para la emoción de los partidos y la sorpresa de los regalos. Gracias por todo.

Anónimo dijo...

Si el primero le gana al segundo por un sólo tanto, el tercero pierde también con los campeones por un sólo tanto, y los cuartos también pierden por un sólo tanto ante los terceros, eso quiere decir que la cosa está muy reñida.
Yo no me pierdo la próxima edición.
Enhorabuena a todos los participantes y especialmente a los que hacéis de este blog un punto de lectura, recreo y encuentro.

Anónimo dijo...

Ni el mismísimo maestro Alfred Hitchcock hubiera escrito un guión con más suspense viendo los resultados de las dos finales. Y eso que motivos para motivarse tuvo con la presencia de esa guapa y rubia platino que aparece en las fotografías.

Anónimo dijo...

La crónica la comparto al 100 %. Sólo para Beñat: en el reparto de regalos quisistes agradecer y homenajear a mucha gente pero quizás se hizo un poco largo. En cambio, la cena se nos hizo corta.
Gracias a ti y toda tu cuadrilla de Saraspea. Tenéis mucho mérito en todo lo que hacéis.